lunes, 11 de abril de 2011

Ese médico es buenísimo: selección adversa y cisnes negros (de nuevo)


Una persona cercana está considerando realizarse una cirugía estética. Ha conseguido un médico recomendado que resulta más económico que otro que había consultado antes, y con el que además ha generado ya un proceso de confianza. Sin embargo, cuando googlea el nombre del médico el primer enlace es a la noticia de la muerte de una paciente de dicho médico en una cirugía estética.


¿Debería inmediatamente abandonar el proceso con este médico? Los pensamientos no pueden ser más que encontrados. Por una parte, la emoción dice que ese camino hay que abandonarlo. Por otra parte, la experiencia indica dos cosas: que los medios de comunicación suelen tergiversar profundamente las noticias y que a los médicos se les pueden morir pacientes sin por ello concluir que son malos profesionales.


Esta decisión me recuerda dos temas de los que ya he hablado aquí, pero que no dejan de sorprenderme: la selección adversa y los cisnes negros.


Un sólo caso, o sospecha de caso, nos puede hacer perder completamente la confianza: Juanito hablaba mucho por celular y le dio cáncer cerebral. Así, sin más pruebas de causa-efecto, empezamos a alejar el celular de nuestras cabezas. Pero también un sólo caso, si nos llama la atención, nos puede hacer ganar confianza absoluta: Juanito fue al homeópata y se curó. No importa los miles que hayan ido sin curarse ni, de nuevo, el problema de causa-efecto, post hoc ergo propter hoc, correlación no es causación o como se quiera llamar. Parecemos estar diseñados para modificar nuestro comportamiento con un sólo caso que nos impresione. Ello, por supuesto, nos evita mil veces la muerte pues permite aprender de la experiencia de otros. Pero también induce a error, sobre todo en la medida en que el mundo se hace más complejo.




Teniendo cada vez menos tiempo para decidir, creemos en la primera persona a la que le tengamos cierta confianza, no importa qué tan lego o experto es en el tema. Y éste a su vez le creyo a otro, y éste a otro, hasta llegar finalmente, por paradoja, a confiar en un perfecto desconocido del que no sabemos ni siquiera si es experto. Pero no hay tiempo para ponerse a averiguar. La velocidad de la toma de decisiones nos obliga a usar una heurística basada en el apego emocional. Ese es el fundamento también del denominado mercadeo boca a boca. ¿Cuántas mujeres hacen una dieta porqué a una amiga de una amiga le fue divinamente?


Ya desde el punto de vista del médico, no dejo de pensar lo terrible que puede resultar un cisne negro en esa profesión. Ese solo caso resulta ruinoso para una persona y su trayectoria. Y duele pensar que cada vez sabemos más que los cisnes negros son más frecuentes de lo que se cree. Por ello el costo de los seguros para médicos. ¿Qué tan preparados estamos para un cisne negro en nuestras vidas?

martes, 5 de abril de 2011

Cinco largos meses

Cinco largos meses de sequía en el blog. Muchas ideas, demasiados compromisos, poco tiempo. ¿Volveré? Ya quisiera. Si todavía hay alguien por allí leyendo, ¿qué interés le despertó este blog? ¿qué quisiera de él? A mí me gustaría un blog de divulgación de la ciencia. Pero no sólo de eso. No solo comprender el mundo, también soñar el mundo. Y en algo más que 140 caracteres. Aunque no llegue a libro. Transmitir algo de lo bello y lo bueno. Dar un minuto de perspicacia, o de alegría. Pero aún no encuentro el lenguaje que haga creíble para mi mismo llegar a ello. Bueno, en el origen un blog pretendía ser una bitácora. ¿bitácora de viaje? ¿cuál viaje? ¿el de una vida más que está dedicada a la ciencia y la educación en la universidad cuando por todos lados se dice que en la universidad no hay ni ciencia ni educación? ¿y entonces en dónde están ciencia y educación? ¿en eventos aleatorios de la vida de cada uno? Porque eso de la universidad de la calle tampoco convence. ¿En los grandes centros tecnológicos megafinanciados con propósitos específicos? ¿ciencia para qué? ¿educación para qué? Si me apresuran, diría que para leer el mundo, parafraseando a Paulo Freire, para alfabetizarse en el mundo. Pero esa alfabetización tiene su veneno: tener que conocer, aunque sea parcialmente, el fondo oscuro de las realidades. La lamentable y errabunda naturaleza humana: 99% animal, 1% ángel. Nuestras lamentables instituciones. Tantos límites. El mundo pegado con babas, que extrañamente y contra toda predicción sigue andando. Era bonito navegar con tanto por descubrir. Pero cuando tanto ha sido andado y se encuentra lo mismo una y otra vez... y parecería que tocamos los límites del conocimiento, pero más allá está lo imposible.... ahí es cuando dicen que uno debe soñar.... pero ¿no érá un sueño inútil? ¿Y si la ciencia de la predicción está llegando a su límite en las preguntas importantes y sólo se mueve parsimoniosamente sobre cosas triviales? ¿Falta una nueva herramienta? ¿de la ciencia o de más allá de la ciencia? Espero prometerme actualizar más este blog. Hablar de los sesgos cognitivos, del dolor que genera la impredectibilidad, de las cosas que ocurren en educación desde mi lugar específico y pequeño, de la ciencia y la cultura en mayúsculas siempre que me impresione. De todo lo que escriba en adelante, siempre que escriba, buscaré no defraudarme. Así no defraudaré al ocasional lector hastiado de tanto fraude correctamente empaquetado y comunicado. Sí, empaquetar bien lo que quiera decir, pero sin fraude. Con la mayor autenticidad posible.