lunes, 16 de mayo de 2011

La investigación y la escuela según Jorge Wagensberg

Tuve la ocasión de escuchar a Jorge Wagensberg en el marco de la Feria Internacional del Libro en Bogotá.










Siempre es reconfortante escuchar a alguien con tal capacidad de conversación y lucidez en lo que dice hablando de investigación y ciencia.




El punto central de la charla fue su concepción del proceso de investigación en tres etapas, marcadas por tres placeres:



Primero está la sorpresa, la incomodidad al descubrir observando que algo en el mundo no encaja con la concepción que tenemos de él. Es decir, encontrar datos que no cuadran perfectamente en lo establecido. Eso, en su opinión, es un placer también.


Segundo, él menciona el proceso de conversar. Hizo mucho énfasis en conversar con otros, y en particular en la existencia de espacios para conversar como habilitadores de la ciencia. Por supuesto, también se trata de conversar consigo mismo y con las observaciones, pero ante todo, entre personas.


Tercero, el momento del descubrimiento, el !oh!, el lugar donde vemos algo que no habíamos visto y cambiar nuestra concepción del mundo.



A partir de ello surge una crítica a la escuela y a la enseñanza: en las instituciones usualmente no se genera primero el interrogante y la duda para abordar conocimiento preempaquetado. Al no surgir la duda en los estudiantes, no hay interés en los temas. Si hubiese interés, de todos modos los espacios no están organizados para la conversación, ni la conversación es alentada. Y por supuesto, el estudiante no llega a los descubrimientos, se le dan ya hechos, por lo que ninguno de los placeres o motivaciones está presente.



Ello me lleva de nuevo a la reflexión sobre si debemos empujar el carro o encender el motor para educar. Definitivamente, aunque tome más tiempo, debemos encender el motor.



Me encantó la idea de tener un agora para conversar con mucha frecuencia con todo tipo de personas en la Universidad. !Qué fantástico sería de verdad generar híbridos con otros colegas y otras facultades! Necesitamos un espacio así. En mi universidad y en muchas universidades.



Interesante, en definitiva, Jorge Wagensberg. Habrá que leerlo a ver si se mantiene el interés. Por ahora sus títulos de libros están muy bine escogidos, por ejemplo "Si la naturaleza es la respuesta, ¿Cuál es la pregunta?" o "Yo, lo superficial y el error". Buenísimo haber tenido la oportunidad de escucharle, y por supuesto de preguntarle. Queda uno con ganas de visitar los museos en los que ha colaborado. Y hasta de ver sus artículos, aunque de la Física no sea más que un amateur y no sea lo que más fácil se me da.